lunes, 18 de febrero de 2013

Lesiones por sobrecarga del tendón Tibial Posterior.


ANATOMIA Y FUNCIÓN.
El músculo tibial posterior forma parte del compartimento posterior profundo de la pierna. Se origina en la parte posteromedial de la tibia, la membrana intérosea y el peroné, y se dirige ya como un tendón por debajo del maleolo tibial (cara interior del tobillo) hacia su inserción en el escafoides tarsiano, dando expansiones hacia cuboides, cuñas y bases de los metatarsianos segundo a cuarto.
El tendón del músculo tibial posterior tiene mucha importancia en la función del tobillo, sus lesiones condicionan mucho la marcha, la carrera y el salto. No es uno de los tendones que se afecten con más frecuencia en el deporte, su lesión es menor que el tendón de Aquiles y los peroneos.
El tibial posterior tiene la función de inversión de la articulación subastragalina, (es el principal músculo antipronador) actuando como estabilizador dinámico del mediopié contra el valgo y sujetando el arco plantar interno (contra el aplanamiento del mismo). La afectación de este tendón provoca un aplanamiento del arco interno del pie y un desplazamiento en valgo del retropié.
Las lesiones por sobrecarga son las más frecuentes de este tendón, pueden ser debidas a caminar, correr o saltar (sobre todo salto de altura).
Como factor desencadenante encontramos una pronación excesiva de pie. Los casos más avanzados en esta patología no solamente se ven en personas con mucha actividad física (caminar, correr), sino que son comunes en personas con otras patologías sistémicas como la diabetes y la obesidad que favorecen el agravamiento de la lesión. Se habla de Disfunción del Tibial Posterior para referirnos a este problema.
En la exploración física es constante el dolor a la palpación en la región retromaleolar medial (cara interna) del tobillo con irradiación hacia la inserción en el pie, a nivel de la tuberosidad del escafoides.
En casos avanzados de disfunción del tendón puede observarse la “caída” del arco del pie, que se aplana y coloca el talón en valgo (hacía dentro).
La inversión contra resistencia es dolorosa o simplemente débil, también puede ser difícil para el paciente ponerse de puntillas si el caso es severo. 
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
La historia, la exploración y algunas pruebas complementarias nos ayudarán a descartar otras causas de dolor medial del tobillo menos comunes como:
Tendinopatía del flexor largo del primer dedo y pinzamiento posterior del tobillo. En ellas el dolor es más posterior, debemos explorar la flexión del dedo gordo y es más frecuente en bailarinas.
Síndrome del Túnel Tarsiano, hay dolor neuropático y alteraciones de la sensibilidad a nivel de la planta del pie, requiere confirmación con electromiograma.
El estudio más preciso puede hacerse mediante Ecografía, Resonancia Magnética, o ambas.
La ecografía permite diagnosticar tenosinovitis, tendinosis y rupturas del tendón. La resonancia da una visión más completa del pie y el tobillo que es de gran utilidad para descartar otras lesiones.
TRATAMIENTO.
El tratamiento inicial en casos de tendinosis sin ruptura ni alteración de la forma del pie consistirá en utilización de plantillas personalizadas con materiales adecuados para la practica deportiva previo estudio biomecánico de la marcha, disminución o evitación de las marchas y caminatas (puede recomendarse cambio de actividad en piscina o gimnasio) y fisioterapia. En casos más complicados y avanzados esta indicada la cirugía