El Seno
del Tarso es un canal osteoligamentoso
que se sitúa en la zona externa del tobillo, justo por delante del
maleolo del peroné (tobillo). Cuando los tejidos o el líquido que
se albergan en su interior se inflama, o cuando las estructuras que
lo forman se dañan (frecuentemente se confirma la ruptura del
ligamento interóseo, el techo del canal), aparece el dolor
característico del Síndrome del Seno
del Tarso.
Causas
Esta
zona puede resultar dañada por cualquier circunstancia que implique
el sobreuso de la articulación del tobillo. Es frecuente que, tras
un episodio de esguince de ligamento lateral externo de tobillo,
permanezca una lesión residual que puede predisponer a su
aparición en el futuro.
El
aumento de líquido sinovial, fibrosis o una situación
inflamatoria sistémica (artritis reumatoide, gota, etc) pueden
conducir a la inflamación del líquido contenido en la zona y a la
aparición del síndrome. Igualmente, las alteraciones en la
correcta biomecánica del pie pueden suponer una sobrecarga en la
zona externa del tobillo que conduzca al daño e inflamación de
dicha región.
Se
caracteriza por un dolor intenso, que aparece con mayor frecuencia
durante la marcha sobre terrenos irregulares, siendo imposible la
deambulación rápida o la realización de prácticas atléticas.
El dolor puede, en ocasiones, afectar a toda la zona posterior de la
pierna e incluso a la parte interna del tobillo.
Los
pacientes tienen sensación de inestabilidad cuando se realizan
esfuerzos sostenidos o al desplazarse por superficies desiguales. En
ocasiones, se presenta una zona de sensibilidad aumentada con
respecto al resto de la piel circundante.
El
diagnóstico es fundamentalmente clínico, la reproducción del
dolor con la palpación del borde externo del tobillo, justo por
delante del maleolo peroneal es indicativo de la presencia de este
síndrome. Las maniobras forzadas de inversión (como si nos
torciéramos el tobillo) del pie reproducen el dolor que nos cuenta
el paciente.
Si tras
una infiltración localizada mediante anestésico local, el dolor
desaparece de forma temporal y permitiendo una función normal del
pie, nos hallamos ante un Síndrome del Seno del Tarso.
En los
casos de duda diagnóstica, la resonancia magnética (RM)
constituye la mejor herramienta permitiendo orientar la causa
inflamatoria.
Tratamiento
En una
primera fase, que
suele ser bastante resolutiva, se opta por una terapia combinada de
reposo (evitando las actividades de carga sobre el tobillo afectado),
aplicación de frío local, medicación (analgésicos para el
dolor y antiinflamatorios para reducir la tumefacción) y la
posibilidad de una terapia rehabilitadora. Si existen alteraciones
de la estática y dinámica como un tobillo inestable, realizaremos
un estudio de la marcha y realizaremos un tratamiento si fuera
necesario con unas plantillas personalizadas, evitando así mismo la
sobrecarga.
Cuando
estas medidas se muestran insuficientes, existe la posibilidad de
realizar una infiltración local a
nivel de la articulación externa del tobillo mediante anestésico
y corticoide que proporcionan un alivio directo y efectivo a largo
plazo
En
última instancia, se puede optar por el tratamiento
quirúrgico, consistente en la
liberación de las adherencias de la zona. Gracias al desarrollo de
la cirugía mínimamente invasiva (cirugía percutánea), bajo
anestesia local, se libera la zona y se procede a la reparación de
las estructuras que hayan sido dañadas.