martes, 22 de octubre de 2013

V JORNADAS NACIONALES DE MEDICINA DEL DEPORTE

Los próximos días 29 y 30 de noviembre se va a celebrar en Zaragoza las V Jornadas Nacionales de Medicina del Deporte organizadas por FEMEDE (Federación Española de Medicina del Deporte).
El tema en esta ocasión es la Medicina del Deporte y el entrenamiento en deporte en equipo.



En estas jornadas voy a presentar una comunicación científica en formato de comunicación oral titulada: El podólogo, profesión que atiende a deportistas.
Poco a poco la profesión de podólogo se está integrando cada vez más dentro del equipo multidisciplinar en el cuerpo médico de los equipos profesionales.


viernes, 9 de agosto de 2013

Enhorabuena Pablo Aguilar


Pablo Aguilar es una de las grandes novedades de la selección española de cara al Europeo de Eslovenia, que se celebra del 4 al 22 de septiembre.
Pablo Aguilar ha sido desde siempre un fijo con las categorías inferiores de la selección, sean sub16, junior o sub20. Allí coincide con jugadores como el ex taronja Víctor Claver, con el que no es extraño verle hacer pareja interior, o con la generación de Ricky Rubio.


Formado en las categorías inferiores del Real Madrid, Pablo Aguilar alternó el primer equipo con las categorías inferiores en sus primeras apariciones en el baloncesto profesional.
En el verano de 2008, con sólo 19 años, es cedido al CB Granada, su ciudad natal, con el que disputa la ACB durante 2 años. Su actuación le permite ser candidato a jugador revelación de la liga y participar en la Reebok Eurocamp de Treviso de 2009.
Su buena labor sirve para que se fije en él el CAI Zaragoza, que apuesta por él durante estos últimos tres años, permitiéndole crecer como jugador a cada año.
Le deseamos mucha suerte en esta nueva etapa en Valencia Basket.

jueves, 16 de mayo de 2013

PODOLOGÍA Y BALONCESTO


La podología es la disciplina médico-sanitaria que tiene como finalidad el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los pies.
Para ello utiliza diferentes tratamientos tanto conservadores como quirúrgicos. Una de las especialidades podológicas es la podología deportiva, cuyo fin es diagnosticar, tratar y prevenir las lesiones deportivas del pie y tobillo y también lesiones a distancia en la extremidad inferior intentando devolver al deportista a realizar su actividad física lo antes posible.
Es importante en cualquier actividad deportiva contar con un equipo sanitario multidisciplinar, encabezado por el médico deportivo que dirige el grupo, el fisioterapeuta y el podólogo.
En el baloncesto los pies y miembros inferiores cuentan con una participación intensa en todas las fases del juego, ya que el jugador de baloncesto los utiliza tanto para desplazarse a lo largo de la pista como para driblar o fintar a los jugadores contrarios como para elevarse hacia la canasta o caer una vez producido el tiro.
Así pues el pie y el baloncesto están firmemente unidos desde sus comienzos, al haber colocado su creador la canasta a 3,05 metros del suelo, la mejor manera de introducir la pelota en ella es saltar sobre los miembros inferiores cuya base es el pie.


El podólogo trata lesiones dérmicas y ungueales; helomas (callosidades), uñas encarnadas, papilomas víricos (verrugas), dermatomicosis (hongos en la piel) etc. Lesiones derivadas de un mal apoyo en la marcha, como por ejemplo pies pronados, producen fascitis plantares, periostitis tibiales, que se pueden resolver con tratamientos ortopodológicos (plantillas); pies cavos que provocan inestabilidad, y en definitiva cualquier patología cuyo origen sea un movimiento excesivo o determinado en una zona de nuestro pie en el momento de realizar nuestra actividad.

En fases de crecimiento de nuestros niños se producen molestias incrementadas por la actividad deportiva que se pueden disminuir y solucionar utilizando tratamiento ortopodológicos; dolores en los talones y en las rodillas son habituales en los jóvenes deportistas.
Para realizar los tratamientos ortopodológicos primero hemos de realizar un estudio biomecánico de la marcha en el que observamos y estudiamos como apoya el paciente. Hoy en día con las ultimas tecnologías analizamos sus gestos deportivos y de la información obtenida fabricamos, si es conveniente, unas plantillas a medida, totalmente personalizadas para nuestros deportistas y especializadas en su deporte, el baloncesto.


SÍNDROME DEL SENO DEL TARSO


El Seno del Tarso es un canal osteoligamentoso que se sitúa en la zona externa del tobillo, justo por delante del maleolo del peroné (tobillo). Cuando los tejidos o el líquido que se albergan en su interior se inflama, o cuando las estructuras que lo forman se dañan (frecuentemente se confirma la ruptura del ligamento interóseo, el techo del canal), aparece el dolor característico del Síndrome del Seno del Tarso.

Causas

Esta zona puede resultar dañada por cualquier circunstancia que implique el sobreuso de la articulación del tobillo. Es frecuente que, tras un episodio de esguince de ligamento lateral externo de tobillo, permanezca una lesión residual que puede predisponer a su aparición en el futuro.
El aumento de líquido sinovial, fibrosis o una situación inflamatoria sistémica (artritis reumatoide, gota, etc) pueden conducir a la inflamación del líquido contenido en la zona y a la aparición del síndrome. Igualmente, las alteraciones en la correcta biomecánica del pie pueden suponer una sobrecarga en la zona externa del tobillo que conduzca al daño e inflamación de dicha región.
Se caracteriza por un dolor intenso, que aparece con mayor frecuencia durante la marcha sobre terrenos irregulares, siendo imposible la deambulación rápida o la realización de prácticas atléticas. El dolor puede, en ocasiones, afectar a toda la zona posterior de la pierna e incluso a la parte interna del tobillo.
Los pacientes tienen sensación de inestabilidad cuando se realizan esfuerzos sostenidos o al desplazarse por superficies desiguales. En ocasiones, se presenta una zona de sensibilidad aumentada con respecto al resto de la piel circundante.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, la reproducción del dolor con la palpación del borde externo del tobillo, justo por delante del maleolo peroneal es indicativo de la presencia de este síndrome. Las maniobras forzadas de inversión (como si nos torciéramos el tobillo) del pie reproducen el dolor que nos cuenta el paciente.
Si tras una infiltración localizada mediante anestésico local, el dolor desaparece de forma temporal y permitiendo una función normal del pie, nos hallamos ante un Síndrome del Seno del Tarso.
En los casos de duda diagnóstica, la resonancia magnética (RM) constituye la mejor herramienta permitiendo orientar la causa inflamatoria.



Tratamiento

En una primera fase, que suele ser bastante resolutiva, se opta por una terapia combinada de reposo (evitando las actividades de carga sobre el tobillo afectado), aplicación de frío local, medicación (analgésicos para el dolor y antiinflamatorios para reducir la tumefacción) y la posibilidad de una terapia rehabilitadora. Si existen alteraciones de la estática y dinámica como un tobillo inestable, realizaremos un estudio de la marcha y realizaremos un tratamiento si fuera necesario con unas plantillas personalizadas, evitando así mismo la sobrecarga.

Cuando estas medidas se muestran insuficientes, existe la posibilidad de realizar una infiltración local a nivel de la articulación externa del tobillo mediante anestésico y corticoide que proporcionan un alivio directo y efectivo a largo plazo
En última instancia, se puede optar por el tratamiento quirúrgico, consistente en la liberación de las adherencias de la zona. Gracias al desarrollo de la cirugía mínimamente invasiva (cirugía percutánea), bajo anestesia local, se libera la zona y se procede a la reparación de las estructuras que hayan sido dañadas.



lunes, 29 de abril de 2013

METATARSALGIAS


La metatarsalgia es un dolor que se localiza en la parte anterior del pie, en su zona plantar, es decir la zona metatarsal que se compone de 5 metatarsianos.
Generalmente suele ir acompañado de callosidades plantares a nivel de la cabeza de los metas, aunque no siempre sobretodo en episodios agudos e intensos.
Es más frecuente entre personas activas, , que andan , o corren mucho o entre aquellas que llevan calzados inapropiados, tanto para la vida diaria ( calzados con mucho tacón) o para la práctica deportiva, en estos casos se produce una sobrecarga mecánica.
Los síntomas más frecuentes son el dolor agudo , a veces referido como una quemazón en la planta del pie, a nivel de la cabeza metatarsal, sobre el 2 y 3. Al extender los dedos , el paciente siente dolor. En otras ocasiones el paciente siente como si hubiera pisado una piedra con su pie. El dolor es mas acusado cuando se esta de pie, andando o corriendo y mejora con el reposo, empeorando claramente cuando se camina descalzo por una superficie dura. El dolor a veces es de comienzo repentino, pero suele desarrollarse de forma paulatina.

La mayoría de los problemas de sobrecarga de los metas, se producen cuando aparecen algunos cambios en la manera en que se transmite la fuerza a los dedos. Este exceso de presión origina cambios inflamatorios en la zona afectada, junto con dolor, en la cabeza de los metas.
Algunas veces es solo un cambio, pero en la mayoría de los casos, concurren varios factores, que incluyen:
1) Aumento de la actividad, en personas activas que corren o caminan mucho , sobre todo si el calzado no tiene una suela adecuada.
2) Algunas formas anatómicas del pie: un pie cavo, donde se produce un aumento de la presión en el ante pie, por mayor caída. Un segundo dedo mas largo que origina es un aumento de la presión sobre este segundo dedo, predisponiendo un dedo en garra.
3) El “juanete” es una protuberancia, dolorosa, situada en la base del dedo gordo del pie. Lo mas frecuente es que se desarrolle en base a una herencia , es decir , es mas frecuente si en la familia hay antecedentes de juanete. Pero otras veces , el uso de zapatos con tacón y estrechos de puntera, contribuyen a , o pueden favorecer su desarrollo. Un juanete, puede debilitar el dedo gordo, transmitiendo mas carga al 2 y 3 meta del pie. Así mismo, la cirugía del juanete puede complicarse con una sobrecarga de los 2 y 3 meta.
4) Sobre peso: dado que el peso del cuerpo, se transmite al ante pie, cuanto mas peso se tenga, mayor es la probabilidad de desarrollar una metatarsalgia. El perder peso puede aliviar la sintomatología.
5) Calzado inapropiado : como ya hemos referido calzado con tacones altos y estrechos de puntera. Calzado deportivo con una suela estrecha, mal almohadillada, puede causar igualmente metatarsalgia.
7) Fracturas por sobrecarga: se suelen dar en soldados, atletas o en general en personas que camina mucho .Suele producir dolor referido frecuentemente al 2 meta.
Tratamiento:
Las medidas conservadoras, generalmente dan buen resultado, reposo, crioterapia y antinflamatorios si fuera necesario. Es muy importante conocer cual es la causa de la metatarsalgia, realizaremos un estudio de la marcha en dinámica para conocer los factores mecánicos que producen la sobrecarga y compensarlos mediante un soporte plantar (plantillas) personalizado. Utilizar un calzado adecuado para la actividad que vamos a realizar resulta crucial para prevenir la metarsalgia y que el tratamiento se acomode de forma adecuada, un calzado inapropiado puede hacer fracasar e tratamiento ortopodológico.

martes, 16 de abril de 2013

Tendinopatía Aquílea.


El tendón de Aquiles es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, aunque metafóricamente es signo de debilidad. Debe su nombre al principal héroe de la rendición de Troya, Aquiles, considerado por los griegos como un semidiós.
Desempeña un papel muy importante en la mayoría de los deportes y es particularmente vulnerable a la sobrecarga de la carrera y el salto reiterado y representa un 11% de las consultas por molestias en extremidades inferiores. El tendón de Aquiles forma un tendón distal articular para los músculos gemelos y sóleo, estos músculos se juntan y forman el músculo triceps sural .
El tríceps sural a su vez forma parte de un importante sistema muscular el sistema calcáneo – aquileo - plantar, junto con la fascia plantar. Como resultado de las cargas repetidas sobre el tendón puede producirse inflamación sobre el tendón o tejidos circundantes. La tendinitis aguda se produce con frecuencia en deportistas ocasionales poco entrenados. Entre los factores causantes el más común es la sobresolicitación del tendón, alteraciones de la estática del pie (pronación excesiva, pie cavo varo de antepie), falta de flexibilidad en el triceps con limitación de la flexión dorsal de la articulación del tobillo y también defectos en el calzado.
Una vez pasado el momento agudo de la lesión, unos 10 días, la tendinitis pasa a ser tendinosis, observándose signos de degeneración tendinosa.
El diagnóstico es básicamente clínico, dolor local e inflamación entre 3 y 6 cm de su inserción (zona menos vascularizada del tendón), aumenta el dolor a la flexión plantar si aplicamos resistencia.


El tratamiento aconsejado es flexibilizar la musculatura posterior y ayudar a desacargar el tendón con una talonera de 5mm de forma bilateral compensando también si existe alguna dificultad postural, reposo y reprogramación del tiempo de entrenamiento.
El calzado deberá tener una buena amortiguación y una especie de V en la zona posterosuperior del contrafuerte que le deje libre de presión y de microtraumatismos al tendón.
Los deportistas que experimentan roturas del tendón de Aquiles con mayor frecuencia son quienes participan en deportes con balón que requieren cambios rápidos de dirección. A veces el paciente con rotura del tendón tiene antecedentes de dolor de larga duración localizado en el tendón, aunque la lesión suele producirse sin aviso. Estas roturas se producen generalmente por cambios degenerativos en el tendón (tendinosis) en su zona de menos vascularización antes comentada. Las roturas del tendón pueden ser parciales o totales. Las primeras a menudo se producen en deportistas previamente activos (cerca o en la 4ª década de vida) que reanudan la actividad deportiva. La actividad física regular ayuda a prevenir esos cambios degenerativos. En la mayoría de los casos el mecanismo de lesión radica en la activación fuerte de la musculatura posterior de la pierna, por ejemplo un impulso fuerte con el pie que sostiene el peso corporal mientras la rodilla esta extendida.






CAMPUS DE BALONCESTO CUARTE DE HUERVA

PURO BALONCESTO

Del 24 de junio al 26 de julio se organiza el 3º Campus de Baloncesto Cuarte de Huerva.


En las estupendas instalaciones de Cuarte de Huerva, dirigido por entrenadores y profesionales de primer nivel.

Si te gusta el baloncesto, ya lo practicas y quieres mejorar pasándolo bien, no lo dudes, ¡inscríbete!
Y si aún no sabes si te gusta, ven y descubrirás un deporte que te ayudará a crecer como deportista, como persona, ejercitando la disciplina, el compañerismo, potenciando el grupo, y por supuesto ... con mucho baloncesto y diversión

jueves, 4 de abril de 2013

UÑA ENCARNADA EN EL DEPORTE


La onicocriptosis, también conocida como uña encarnada, es la lesión causada por la hiperpresión en lámina ungueal sobre la piel que rodea la uña. Se acompaña habitualmente de una infección que genera pus. Además, siempre se observan procesos inflamatorios alrededor de la zona afectada.
Inicialmente, aparece un ligero dolor en el borde interno de la uña que aumenta al caminar y que se puede agravar por la actividad deportiva y el uso de calzado estrecho. Los dolores son ligeros e intermitentes y se incrementan con la mínima presión. La piel adquiere entonces signos inflamatorios.
Si la uña se corta oblicuamente en el borde lateral, la molestia puede aumentar con rapidez, pues la parte restante penetra en las zonas blandas como un arpón. En ocasiones, aparece una pequeña inflamación con pus en esta misma zona que tiende a extenderse por encima o por debajo de la uña y causar un dolor insoportable.

¿Cuáles son las causas?
La onicocriptosis aparece por los siguientes factores mecánicos:
1. Presión directa en la uña: la uña se clava en los dos bordes laterales, provocando una lesión interna y externa.
2. Presión indirecta en la uña: resultado de la suma de dos presiones. Como por ejemplo, una presión desde fuera que aprieta al dedo gordo contra el segundo. Éste recibe una presión que lo acuña sobre el borde externo del dedo gordo y se forma así un tope en el que se clava la uña, produciendo una lesión externa.
Además de estas causas mecánicas, pueden darse otros factores como:
1. Calzado: el dedo gordo choca contra la extremidad de un zapato demasiado corto o puntiagudo.
2. Uña: el mal cortado de la uña, realizado oblicuamente en la unión del borde libre y de un borde lateral, facilita la encarnación.
3. Dedo: un dedo gordo demasiado largo o desviado ofrece su falange a la compresión del calzado.
4. Tejidos: en algunos casos se observa un trastorno del crecimiento, con desarmonía entre el desarrollo de la uña y de las partes blandas, cuya exuberancia provoca la lesión.
5. Hiperhidrosis y abuso de baños calientes: fragilizan la prominencia periungueal.
6. Traumatismos: puede actuar indirectamente, lesionando la matriz, y directamente, hundiendo una arista ungueal en los tejidos vecinos.
Tratamiento
Inicialmente, el podólogo debe llevar a cabo una revisión completa para valorar las causas y el estadio en que se encuentra la patología y así realizar el tratamiento óptimo según el diagnóstico.
Por lo general, existen dos tipos de tratamientos para la onicocriptosis:
1. Tratamientos conservadores, que se utilizan en los estadios iniciales de la patología y pueden consistir en:
- técnicas de reeducación de la uña
- fresado y reconstrucción de los canales ungueales
- la eliminación de la uña de forma indolora
2. Tratamientos quirúrgicos en los que se utilizan técnicas seleccionadas para cada caso por el podólogo. Hay una variedad de intervenciones quirúrgicas que, con anestesia local, permiten tratar la afección de manera eficaz y con una recuperación rápida.

¿En qué consiste el tratamiento quirúrgico?
Pueden utilizarse diferentes Técnicas para anular la matriz ungueal ( raíz de la uña ). Este tratamiento evita la recurrencia de una uña encarnada del dedo del pie. El especialista determinará el procedimiento quirúrgico más apropiado para usted según la afectación ungueal presente. Las técnicas quirúrgicas se realizan mediante anestesia local del dedo y de forma ambulatoria. Después de la cirugía ungueal se colocará un vendaje ligero y usted regresa a su domicilio con una pauta analgésica, siendo necesario que usted permanezca en reposo relativo durante las primeras 24 horas. La mayoría de nuestros pacientes experimentan muy poco dolor después de realizarle el procedimiento quirúrgico y dependiendo del tipo de deporte que practique en pocos días puede volver a realizarlo siendo una solución rápida y definitiva en la mayoría de los casos.




viernes, 22 de marzo de 2013

TENDINOPATIA ROTULIANA


La tendinitis rotuliana es una de las lesiones mas frecuentes en el deporte. Como los atletas de saltos (longitud, triple y altura) desarrollan muy a menudo esta patología recibió el nombre de Rodilla del Saltador, aunque puede presentarse en otros deportistas. El término “tendinitis rotuliana” sigue siendo útil para entender que nos referimos a esta lesión, pero en la literatura médica actualizada se está abandonando, siendo más correcto hablar de tendinopatía rotuliana. Esto es debido fundamentalmente a que es una lesión por sobrecarga en la que la inflamación (a la que se refiere el termino tendinitis) no es muy evidente. Los cambios anatomopatológicos reciben el termino correcto de tendinosis. En muchas ocasiones si hay inflamación a nivel del peritendon que recubre el tendón, hablando entonces de una peritendinitis, siendo está de presentación más aguda y en deportistas más jóvenes habitualmente.
                                              
La presentación clínica es variable, habitualmente se caracteriza por dolor en la región anterior de la rodilla que al principio no impide realizar la actividad, pero a medida que pasa el tiempo, si no es diagnosticada y tratada, progresa de forma que el dolor se hace incapacitante, perdura después del ejercicio, y puede ser molesto incluso para realizar una vida normal, con dolor al caminar, bajar escaleras, estar sentado, etc... 

En la exploración física es constante el dolor en la región de la inserción del tendón rotuliano en el polo inferior de la rótula. El rango de movimiento y el aspecto de la rodilla son habitualmente normales. Si puede existir pérdida de masa muscular del cuadriceps si el proceso es de larga evolución.
Deben descartarse otras causas de dolor anterior de rodilla como las bursitis prerrotuliana e infrarrotuliana, la enfermedad de Osgood-Schlatter en adolescentes (patología de crecimiento), y sobre todo explorarse a fondo la articulación femoropatelar, valorar globalmente el miembro inferior y otras alteraciones biomecánicas que pueden afectar al paciente. Hay que ver si existen contracturas del cuadriceps o isquiotibiales asociadas, dismetrías y vigilar la dinámica plantar.

Las pruebas de imagen nos ayudan a estudiar mejor la lesión, pero no suelen cambiar el planteamiento terapéutico. La radiografía simple de rodilla con proyecciones anteroposterior, lateral y axial de la rótula, nos permite descartar la presencia de calcificaciones, valorar la altura rotuliana y la situación de la rótula con respecto al surco troclear.

El estudio más preciso puede hacerse mediante Ecografía y Resonancia Magnética.

                              
 
El tratamiento inicial y fundamental consiste en la modificación de la actividad, fundamental en todas las lesiones deportivas. El periodo de tiempo debe ser el suficiente para que remitan los síntomas y la vuelta a los gestos más perjudiciales debe ser siempre lenta y progre- siva. .

Pueden tomarse antiinflamatorios unos días si es muy aguda, existe mucho dolor o inflamación. Puede utilizarse el frío local también en fases iniciales y peritendinitis.

Haremos un estudio biomecánico de la marcha, generalmente a un patrón constante de de pronación, que provoca una rotación interna de la tibia provocando que el tendón rotuliano se tense en exceso. Fabricaremos un soporte plantar para controlar la pronción.

Es muy importante para resolver definitivamente la lesión el fortalecimiento controlado del cuádriceps, sin dejar de trabajar los músculos de la pantorrilla y el glúteo. Es necesario trabajar también la flexibilidad de isquiotibiales y cuadriceps.
Las terapia física, empezando con el masaje transverso profundo puede ser útil.
También hay estudios de tratamiento con ondas de choque y de infiltraciones con factores de crecimiento plaquetarios.




jueves, 7 de marzo de 2013

NEUROMA DE MORTON


INTRODUCCION.
La fibrosis perineural de Morton, comúnmente denominada “neuroma de Morton”, es un engrosamiento de las ramas nerviosas digitales del nervio plantar lateral. Es una causa frecuente de dolor en antepié siendo más predominante en pacientes de sexo femenino entre los 30 a 70 años de cada de la vida.


CONCEPTO.
Típicamente se establece a nivel del nervio plantar digital del 3o espacio intermetatarsal, que está formado por dos ramas procedentes del nervio plantar interno y del nervio plantar externo, siendo ambas, ramas del tibial posterior. Pero en el tercer espacio intermetatarsal el nervio plantar interno recibe una rama colateral del nervio plantar externo, lo que puede ocasionar un compromiso de espacio a ese nivel. La mayoría de los cambios patológicos se localizan en la región de la bifurcación del nervio digital.



CAUSAS.
Existe incertidumbre respecto a la causa de esta lesión, pero se cree que la formación de la fibrosis sea resultado de un traumatismo crónico del nervio a ese nivel. El cual se vería favorecido por factores anatómicos (compromiso de espacio), factores biomecánicos (principalmente debido a una hiperpronación del pie, dismetría de miembros inferiores) y factores extrínsecos como el uso de un calzado inadecuado.


CLÍNICA.
Respecto a la clínica, en un inicio el paciente refiere sensación de caminar sobre un “bulto” en el zapato.
Agudo y severo: (5-10 min.). Se desencadena cuando el nervio se comprime directamente. Dolor mecánico, espasmódico y agudo, sensación de calambre eléctrico que se irradia a los dedos, parestesia y/o entumecimiento (quitar zapato y masajear).
Sordo y duradero: (2-3h siguientes). Dolor sordo que puede irradiarse hacia el arco interno del pie, pierna, rodilla, cadera. Quemazón por la noche, inflamación.
El dolor es agravado por un calzado estrecho que comprima el antepié.


DIAGNÓSTICO.
El diagnóstico de esta patología se basa en la inspección, las maniobras clínicas y el diagnóstico por imagen: ecografía y resonancia magnética.
La ecografía es considerada por algunos autores como la prueba de elección en el diagnóstico de la fibrosis de morton, siendo esta prueba una técnica precisa en el diagnóstico de neuromas interdigitales.


TRATAMIENTO.
Para el tratamiento de la fibrosis perineural de Morton, existe gran controversia en el tratamiento conservador: ortesis plantar, infiltración, fisioterapia, tratamiento quirúrgico; así hay autores que recomiendan la cirugía como primer tratamiento.
Dentro del tratamiento conservador destaca el uso de calzado adecuado, de puntera ancha y con un tacón bajo, complementado con una ortesis con piezas de descarga retrocapital que eleve y separe las cabezas metatarsales contribuyendo así a descomprimir la lesión, aparte de una cuñaa en retropié que nos controle la pronación. Se trataría de una ortesis biomecánica que reduzca la pronación subtalar, ya que una restricción de la pronación articular limitará la hipermovilidad del metatarsiano y reducirá la abducción del antepié .
Destacar que el tratamiento fisioterápico se encamina a “descomprimir” el nervio atrapado dirigiéndolo hacia la etiología principal del atrapamiento, así en caso de hiperpronación se realizan estiramientos de la musculatura gastro-sólea, así como movilizaciones de articulaciones rígidas o con menor movilidad, manipulaciones neuromeníngeas, fisioterapia de los dedos en garra y estabilización de la musculatura flexo-extensora, medidas antiinflamatorias en el espacio interdigital afectado, sin olvidar el vendaje funcional , así como electroterapia, ultrasonidos.
En cuanto a las infiltraciones la administración local de un anestésico local en la zona dolorosa proporciona una mejoría transitoria de los síntomas y por otro lado posee efecto antiinflamatorio debido al corticoide. También se infiltra vitamina B12
En lo referente al tratamiento ortopédico mediante soportes plantares (plantillas) algunos autores afirman que la infiltración alivia la sintomatología temporalmente al disminuir la inflamación pero si no se compensa la alteración biomecánica con una ortesis la sintomatología vuelve a debutar.



lunes, 18 de febrero de 2013

Lesiones por sobrecarga del tendón Tibial Posterior.


ANATOMIA Y FUNCIÓN.
El músculo tibial posterior forma parte del compartimento posterior profundo de la pierna. Se origina en la parte posteromedial de la tibia, la membrana intérosea y el peroné, y se dirige ya como un tendón por debajo del maleolo tibial (cara interior del tobillo) hacia su inserción en el escafoides tarsiano, dando expansiones hacia cuboides, cuñas y bases de los metatarsianos segundo a cuarto.
El tendón del músculo tibial posterior tiene mucha importancia en la función del tobillo, sus lesiones condicionan mucho la marcha, la carrera y el salto. No es uno de los tendones que se afecten con más frecuencia en el deporte, su lesión es menor que el tendón de Aquiles y los peroneos.
El tibial posterior tiene la función de inversión de la articulación subastragalina, (es el principal músculo antipronador) actuando como estabilizador dinámico del mediopié contra el valgo y sujetando el arco plantar interno (contra el aplanamiento del mismo). La afectación de este tendón provoca un aplanamiento del arco interno del pie y un desplazamiento en valgo del retropié.
Las lesiones por sobrecarga son las más frecuentes de este tendón, pueden ser debidas a caminar, correr o saltar (sobre todo salto de altura).
Como factor desencadenante encontramos una pronación excesiva de pie. Los casos más avanzados en esta patología no solamente se ven en personas con mucha actividad física (caminar, correr), sino que son comunes en personas con otras patologías sistémicas como la diabetes y la obesidad que favorecen el agravamiento de la lesión. Se habla de Disfunción del Tibial Posterior para referirnos a este problema.
En la exploración física es constante el dolor a la palpación en la región retromaleolar medial (cara interna) del tobillo con irradiación hacia la inserción en el pie, a nivel de la tuberosidad del escafoides.
En casos avanzados de disfunción del tendón puede observarse la “caída” del arco del pie, que se aplana y coloca el talón en valgo (hacía dentro).
La inversión contra resistencia es dolorosa o simplemente débil, también puede ser difícil para el paciente ponerse de puntillas si el caso es severo. 
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
La historia, la exploración y algunas pruebas complementarias nos ayudarán a descartar otras causas de dolor medial del tobillo menos comunes como:
Tendinopatía del flexor largo del primer dedo y pinzamiento posterior del tobillo. En ellas el dolor es más posterior, debemos explorar la flexión del dedo gordo y es más frecuente en bailarinas.
Síndrome del Túnel Tarsiano, hay dolor neuropático y alteraciones de la sensibilidad a nivel de la planta del pie, requiere confirmación con electromiograma.
El estudio más preciso puede hacerse mediante Ecografía, Resonancia Magnética, o ambas.
La ecografía permite diagnosticar tenosinovitis, tendinosis y rupturas del tendón. La resonancia da una visión más completa del pie y el tobillo que es de gran utilidad para descartar otras lesiones.
TRATAMIENTO.
El tratamiento inicial en casos de tendinosis sin ruptura ni alteración de la forma del pie consistirá en utilización de plantillas personalizadas con materiales adecuados para la practica deportiva previo estudio biomecánico de la marcha, disminución o evitación de las marchas y caminatas (puede recomendarse cambio de actividad en piscina o gimnasio) y fisioterapia. En casos más complicados y avanzados esta indicada la cirugía

miércoles, 6 de febrero de 2013

Telefono y mail podología deportiva.


Ponemos a disposición de nuestros pacientes un nuevo numero de teléfono más directo para tratar consultas sobre temas podología deportiva y biomecánica. Así mismo también concretamos un nuevo mail para que podáis consultar de una manera más específica información sobre temas deportivos y biomecánica.

Mi objetivo es que estéis siempre informados y bien atendidos.

Teléfono: 633 10 90 81

Mail: deporte@podologiazaragoza.es



martes, 5 de febrero de 2013

Rodilla del corredor. Síndrome cintilla iliotibial.


Es una de las lesiones más característica del corredor de fondo (10%) consiste en un dolor en la zona lateral de la rodilla que aparece típicamente el correr. La cintilla es un tendón plano que se forma como continuación de la fascia lata del muslo cuando cruza la rodilla. Este músculo entre otras funciones estabiliza la rodilla en su parte externa. La fricción entre el borde posterior de la cintilla iliotibial y el borde del epicóndilo femoral externo originan este síndrome la cintilla. El roce máximo es a los 30 º de flexión de la rodilla, por ese motivo molesta más cuando el ritmo de carrera es lento y la rodilla está más tiempo en ese rango de movimiento.
Posiblemente el aumento de tensión soportada en la fase de apoyo por la fascia lata y la cintilla iliotibial en unas determinadas circunstancias (contracción excéntrica en abducción) originan el proceso inflamatorio que requerirá el tiempo adecuado para la recuperación del tejido dañado.


FACTORES FAVORECEDORES
Como en todas las lesiones por sobrecarga existen factores intrínsecos y extrínsecos que confluyen para provocar esta lesión.
Entre los factores intrínsecos se ha relacionado la rodilla del corredor con alteraciones de la pisada, mala alineación de los miembros y dismetría, así como a debilidad de los ab- ductores de la cadera, en especial del glúteo medio, de forma que el tensor de la fascia lata intenta compensar el déficit y el aumento de su tensión origina la mayor fricción que desemboca en el proceso inflamatorio.
Entre los factores extrínsecos, como en otras patologías, tenemos el aumento en volumen o intensidad de los entrenamientos, carreras cuesta abajo, calzado inadecuado, así como falta de factores recuperadores necesarios entre entrenamientos (descanso, buena alimentación, masaje,...).


DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de esta lesión es eminentemente clínico. Una historia detallada y una exploración física simple nos dan el diagnóstico, no siendo necesarias otras pruebas complementarias salvo que las anteriores no sean típicas.
El dolor en la parte externa de la rodilla aparece tras uno o dos días de ligeras molestias que se van intensificando en los rodajes, de manera que a los 10-20 minutos del comienzo el atleta se ve obligado a parar. En reposo no suele molestar, pero la siguiente vez que el deportista sale a correr el dolor aparece en el mismo o menor intervalo de tiempo y se hace más intenso.
Es importante hacer una exploración encaminada a identificar factores propiciadores de la lesión como : estudio de la pisada, alineación de los miembros, dismetrías, etc...


TRATAMIENTO
En primer lugar es totalmente necesario dejar de rodar. La modificación de la actividad es imprescindible para obtener una mejoría significativa. Las medidas antiinflamatorias (hielo, antiinflamatorios, corticoides y fisioterapia) fracasarán si no se interrumpe la actividad.
El tratamiento con antinflamatorios supone un rápido control de los síntomas que permiten trabajar lo antes posible en los aspectos de estiramiento, liberación miofascial y posteriormente el fortalecimiento de todos los grupos musculares del miembro inferior, pero en particular los abductores de la cadera.
Debe valorarse la prescripción de plantillas a medida y la necesidad o no de un alza en caso de dismetría.
Deben evitarse carreras cuesta abajo en las primeras semanas de reincorporación a los entrenamientos. La mayoría de los corredores bien diagnosticados y tratados se recuperan en aproximadamente 6 semanas.




jueves, 24 de enero de 2013

CALZADO DEPORTIVO


El calzado deportivo ha sufrido una gran revolución, tanto en la composición de sus materiales como en la ergonomía y diseño. Las grandes firmas deportivas invierten mucho dinero en estudios de todo tipo para mejorar en este sentido. En la actualidad todos las marcas de calzado deportivo utilizan el EVA de diferentes densidades, derivados plásticos, viscoelásticos o geles, grafitos, acrílicos como el gore-tex, incluso elementos gaseosos como las cámaras de aire. La zapatilla deportiva basa su fabricación en desarrollo de tres conceptos: amortiguación, estabilidad y control, dando paso a una gran diversificación de productos destinados a las características propias de cada deporte, de forma que podemos encontrar zapatillas para correr sobre asfalto, running, campo a través, cross y mixtas cross training.
Al mismo tiempo y teniendo en cuenta las características propias de cada corredor, nos encontramos con zapatillas de pisada neutra, de pronador, para corredor ligero o de más de 80kg de peso, para entreno o de competición. Gracias a estas mejoras ha disminuido el índice lesional, pero a pesar de ello tenemos de tener en cuenta las siguientes consideraciones como factores lesionales:
Deterioro del material deportivo con el uso y la disminución de la capacidad de absorción del impacto.
Control de kilometraje, entre 800 y 1200 kilómetros por cada par de zapatillas, dependiendo del tipo de pisada.
Endurecimiento del material con el paso del tiempo.
Desgaste y despegue de la suela, normalmente de poliuretano.
Deformación de la zapatillas según efecto de la pisada.
Rotura de costuras. Desgarros del tejido.
Cuanto más ligera sea la zapatilla menor será el factor de amortiguación y estabilidad y, por lo tanto, mayor será el riesgo de lesión, mientras que las zapatillas con mayor índice de amortiguación y de corrección tendrán el handicap del mayor peso, que se traducirá en mayor esfuerzo por parte del corredor y peor crono. Por consiguiente, cada corredor deberá encontrar, dentro de lo que ofrece el mercado, la zapatilla con las característica más apropiadas, para lo cual deberá tener en cuenta el kilometraje que realiza a la semana, el tipo de superficie por la que entrena, su peso, el tipo de pisada, etc.
Los pies con alteraciones estructurales dan como consecuencia mayor deformidad y desgaste del calzado.
El peso de la zapatilla es un elemento a tener en cuenta. Oscila entre los 170 de una zapatilla de competición a los 350 gramos de una zapatilla de entreno. A lo largo de una maratón estaremos hablando de varias toneladas de peso. No olvidemos que cada 10 gramos de peso se convertirán en 200 kilos a lo largo de 10 kilómetros. Sin embargo, la zapatilla de entreno es más estable y amortiguadora que la de competición, que solo será recomendada para deportistas de élite o corredores populares de poco peso y buena estructura física.


La sujeción o control será una variable importante sobre todo en corredores pronadores y/o con talón inestable, tendentes a provocar esguinces de repetición. La amortiguación es una virtud fundamental sobre todo en corredores con pies cavos (exceso de bóveda), pie rígido y con peso por encima de los 80 kilos. Otra diferenciación será la derivada del terreno, ya que la capa superficial de la suela será diferente según el tipo de superficie, incluyendo tacos en terrenos agrestes y más o menos lisa para el asfalto. Cuando esta capa de la zapatilla desaparece por el desgaste habrá llegado el momento de renovarlas por otras.
En definitiva la elección de las zapatillas es un factor importante dependiendo de nuestra estructura y la actividad que vayamos a realizar, pero no hemos de olvidar que si sufrimos alguna patología derivada de nuestra biomecánica sólo un profesional sanitario como el podólogo en un entorno multidisciplinar, puede realizar diagnósticos y tratamientos acordes a nuestras patologías.

jueves, 10 de enero de 2013

BIOMECANICA DE LA CARRERA




1. Recepción del talón en el suelo 


La carrera consta de dos fases fundamentales: una fase de apoyo en la que uno de los pies se encuentra sobre el suelo y el otro en el aire; y una fase aérea en que ambos pies están en el aire, a diferencia de la marcha normal en la que siempre hay un pie sobre el suelo. El pie inicia la fase de apoyo contactando normalmente con la parte posterior y externa de su talón y esto es común a todos los corredores, incluyendo a los pronadores. Por ese motivo en la zona del talón se encuentran dos huesos muy robustos y relativamente grandes: el calcáneo que haría el papel de forzudo y que tiene que la complicada tarea de encontrarse con el suelo, y el astrágalo, que es como el jinete que cabalgando sobre el calcáneo dirige la maniobra que el pie tiene que desarrollar para amortiguar el choque contra el suelo y va a ser en este momento y debido en parte en desajuste de la alineación de estos dos huesos cuando se van a desarrollar patologías como las talalgias y la tendinitis aquilea. Este primer apoyo del talón se va a ver reflejado en el desgaste de la suela de la zapatilla, así como la deformación del talón.


2. Apoyo completo del pie
 


Es el momento en el cual el pie se encuentra totalmente apoyado sobre el suelo; es precisamente cuando más estrés sufre el pie y el resto del aparato locomotor al tener que frenar parte de la aceleración que lleva nuestro cuerpo y contener además nuestro peso, que se ve incrementado varias veces por la energía del salto y la oposición que ejerce la superficie por la que transcurre la carrera. En esta localización el tarso, conjunto de 5 huesos pequeños formando pequeñas articulaciones que dotan al mediopié de fortaleza y elasticidad, cualidades necesarias para permitir al pie adaptarse a cualquier tipo de terreno. En esta fase de la carrera representa un papel primordial el equilibrio estructural del pie, así como la musculatura cuadricipital y tibial, ya que el músculo cuadriceps tendrá como cometido el frenado de la rodilla en su desplazamiento anterior, el tibial anterior para dirigir y ralentizar el aterrizaje del pie sobre el suelo, el tibial posterior para frenar la caída mediotarsiana, principalmente a nivel escafoideo, y la fascia plantar, cuyo grado de elasticidad amortiguará el impacto del pie y lo preparará para la fase de despegue. Las lesiones en este periodo de apoyo total van a ser, por tanto, distensiones musculotendinosas como la fascitis plantar, esguinces de tobillo, tendinitis tibial y peroneal, periostitis tibial, síndromes por fricción como el de la cintilla iliotibial y trocanteritis hasta distensiones en aductores y osteopatías de pubis etc. En la actualidad sabemos que el pie pasa de pronación fisiológica o normal a pronación viciosa o patológica a partir de los 10km de carrera, aproximadamente.





3. Despegue del pie
 


Es en este momento cuando el pie abandona su apoyo sobre el suelo gracias a una potente contracción del músculo triceps sural, gemelos y soleo. Es fácil entender que la principal lesión en este momento será la sobrecarga de los citados músculos así coma la inflamación del tendón de aquiles. Los huesos de larte delantera del pie, metatarsianos, a diferencia de los del talón y mediopie, son huesos largos y finos con mayor movilidad, ya que su función primordial será la de aportar aceleración en el momento del despegue, y será precisamente la desigualdad o desequilibrio de los metatarsianos lo que va ha originar irregularidad en el reparto de cargas con los consiguientes signos de dolor en forma de metatarsalgias mecánicas, compresiones nerviosas tipo Morton e incluso fracturas de estrés. 
Pronación


La pronación es un efecto fisiológico y necesario para que el pie disipe buena parte de la fuerza de la gravedad, aumentada por el impulso en la carrera y la adaptación a las irregularidades del terreno. Esta pronación, que puede acontecer tanto en la recepción de talón como en el apoyo completo del pie y en el despegue del antepié y que tiene unos grados fisiológicos, se convierte en una patología cuando supera esos grados, en torno a 6-8, y hablamos entonces de corredor pronador. Es importante cuando valoramos la biomecánica de un corredor, tengamos en cuenta la dinámica del mismo, su estado de laxitud, peso y superficie de entreno, variables importantes para elaborar un buen diagnostico sobre la pronación.


LESIONES DERMATOLOGICAS DEL CORREDOR


Son las lesiones más frecuentes sobretodo en larga distancia y a pesar se su banalidad pueden resultar muy molestas. Algunas de las causas tenemos que buscarlas en el tipo de piel, hiperhidrosis (sudoración), el calcetín y el tipo de zapatillas.

Las lesiones más molestas son las ampollas, son quemaduras por fricción favorecidas por la humedad. Para intentar que no se produzcan es importante mantener un ambiente seco en los pies, jamás hidratarse los pies con cremas momentos antes de realizar las pruebas. Utilizar calcetines para la ocasión, con en el menor porcentaje de fibras sintéticas, tipo cool-max. Las zapatillas una vez elegidas las más apropiadas y sabedores que nos van bien ya que las hemos probado suficientemente con anterioridad en los entrenos, tienen que estar secas es decir sin sudor acumulado anteriormente. Recomendamos también utilizar en las zonas de fricción, vaselina (Skin Lube), las zonas más habituales son los dos primeros dedos, tanto dorsal como plantar, el arco del pie y la base del primer metatarsiano.

Otro tipo de lesiones dérmicas que hemos de solucionar antes o como mínimo disminuirlas son los helomas, callosidades localizadas en puntos de presión ósea, son lesiones que pueden aumentar si no las tenemos en cuenta.La dermatomicosis y los papilomas víricos son procesos infecciosos que debemos solucionar antes de la prueba ya que podrían interferir negativamente en nuestro rendimiento sobre todo en larga distancia.

Las uñas son la segunda causa lesional en cuanto a frecuencia, principalmente en 1º y 2º dedo. De ellas la más frecuente es el hematoma subungueal, cuyo tratamiento de drenaje ha de ser lo más rápido posible para aliviar el dolor y prevenir la pérdida ungueal. La inflamación por microtraumatismos en el dorso del dedo producen oniquias que son lesiones de la zona de la matriz ungueal. Se recomienda no cortar las uñas antes de la prueba, hacerlo los días anteriores intentando no exagerar en el corte y limar bien los cantos. Si en los entrenos ya aparece un dolor en alguna, es recomendable acudir al podólogo para intentar resolver el proceso, por que seguramente en la prueba aumentaran las molestias.